En lo que la gran mayoría concuerda es que la familia constituye la base de la sociedad. Es en ella donde se comienzan a adquirir habilidades y valores desde muy temprana edad, que serán los que modelen nuestras personalidades y crearán los principios que mantendremos a lo largo de toda nuestra vida.
Cuando decidimos “asentar cabeza” y formar una familia estamos asumiendo enormes responsabilidades a las que estaremos fuertemente vinculados y de las que no podemos desprendernos ni abandonar durante nuestra existencia.
Pero una vez hemos tomado esta decisión podemos asegurar el bienestar presente y futuro de nuestra familia.
Tu Familia – Debes ser Precavido
Es nuestro deber como padres de familia, ser muy precavidos con las diferentes elecciones que se nos puedan ir presentando. Por ejemplo, debemos estar prevenidos para afrontar los gastos que conlleva la adquisición de la casa que será nuestro hogar, o de las medidas a tomar cuando hemos decidido traer hijos al mundo, como asegurar la manutención y la educación de estos hijos además de mantener una casa bien equipada para que sea cómoda para la familia. En fin, son muchas las expectativas que en un momento u otro deben ser enfrentadas para poder responder ante las situaciones que ellas puedan generar. Y ser precavidos siempre será de mucha ayuda para poder tomar las decisiones que más beneficien a nuestra familia.
Tu Familia – Planificar desde el Principio
Desde el mismo momento en que decidimos formar nuestra familia, tenemos que empezar a elaborar planes de corto, mediano y largo alcances para asegurarnos el bienestar común.
Lo primero que debemos pensar es que todos estamos sujetos a dejar esta vida, en cualquier momento. Si queremos que, en caso de producirse de forma prematura, no abandonemos a nuestra familia, es tramitar una póliza de seguro de vida, que pueda proporcionar tranquilidad y bienestar a nuestra familia en caso de que faltemos.
También es bueno pensar de qué forma protegeremos a nuestra familia, en el caso de que por las causas que se puedan presentar, perdemos nuestra de fuente de ingresos, ya sea nuestro empleo o nuestro negocio.
Si adquirimos una vivienda que convertiremos en nuestro hogar, es importante pensar en adquirir una póliza de seguros que proteja nuestro inmueble de una posible pérdida ocasionada por desastres naturales, por incendio, hurto, etc. De esta manera estamos protegiendo nuestra vivienda y, por ende, a nuestra familia. No correremos el riesgo de quedar en la calle en caso de una eventualidad de este tipo.
La Familia – La Llegada de los Hijos
Si tienen pensado tener hijos, deben pensar también en la forma de asegurar que Usted o su pareja, reciba la mejor atención durante el embarazo y al término del mismo. Que pueda ser atendida por los mejores médicos especialistas y en las clínicas u hospitales de mayor prestigio y calidad. Estar cubiertos por una póliza de Maternidad es la elección perfecta para recibir una atención esmerada en estas situaciones, sin menoscabo de nuestro capital.
La mayor bendición, han llegado los hijos y de ahora en adelante, hay que dedicarse a cuidarlos, mantenerlos, educarlos. Pero lo primero es cuidar su salud. Estar preparados para cuando uno de los hijos enferme o sufra un accidente es una obligación como padres. Poder contar con pólizas de salud y contra accidentes nos ayudarán en esos momentos, sabiendo que podemos contar con los mejores servicios para atender emergencias por enfermedad o accidente y no tener que preocuparnos por mirar cuanto sería el desembolso que esta emergencia o enfermedad pudiera acarrear.
Tu Familia – Los Estudios, un Asunto muy Serio
Llega el momento de prepararnos para enviar nuestros hijos al colegio y comiencen a recibir una educación formal. Los primeros años son relativamente fácil conseguir buenos institutos de educación para que instruyan a nuestros hijos. Pero como no podemos dejar de ser precavidos, debemos ir más allá y buscar la forma de asegurarles una educación superior privilegiada en los mejores colegios y universidades. Una póliza de seguro educativo puede convertirse en nuestra gran aliada para que podamos inscribir nuestros hijos en las mejores instituciones. Es una gran responsabilidad permitir a nuestros hijos prepararse para que puedan salir ellos al gran ruedo, que es la vida y defenderse por sí mismos.
Tu Familia – Prepararnos para la Tercera Edad
Habiendo cumplido con nuestro papel de padres amorosos, responsables y precavidos, es una buena oportunidad para pensar en nosotros mismos. De asegurarnos un retiro tranquilo, rodeados de hijos y nietos sin que seamos una carga para ellos. Lo ideal es permitirnos vivir tranquilamente y no interferir en las relaciones de nuestros hijos con sus familias y mucho menos en la parte correspondiente al dinero. O dicho en palabras directas, no queremos que ellos nos mantengan.
Muchos países cuentan con pensiones, para personas de la tercera edad, ya retirados o jubilados, que los ayuden a mantener un nivel de vida bueno, que les permite a los beneficiarios de estas pensiones tener una existencia digna. También hay algunas naciones que tienen planes especiales en los servicios públicos como salud, electricidad, agua, teléfono, etc. con unas tarifas más bajas, dirigidos a esta parte de su población.
Sin embargo, también pudiéramos haber contratado una póliza de seguro de retiro, que básicamente, es un ahorro que se hace mediante aportaciones periódicas, que realizamos durante nuestra vida laboral, de manera de asegurarnos una entrada complementaria cuando nos retiremos o nos jubilemos.
Como hemos visto, ser precavidos nos ayudará a llevar una vida mejor y brindarle a nuestra familia seguridad y bienestar, desde el mismo momento en que decidamos formarla.
Hay que recordar que tu familia es tu patrimonio más importante y de nosotros depende la forma en que protejamos este patrimonio. No puedes dejar al azar, las situaciones que puedan presentarse. La preparación previa antes estas situaciones que sabemos se van a presentar, tarde o temprano, te permitirá tomar las acciones más acertadas para resolverlas y dejar de lado la improvisación que podría afectar a cualquier miembro de la familia o a toda la familia.